Valuación, entre el arte y la ciencia

¿La valuación es una técnica, una ciencia aplicada o un arte? Son preguntas recurrentes en el ámbito de la valuación; preguntas antiguas frecuentemente entre los expertos de la valuación.
¿Pero, es la valuación una ciencia aplicada y, ¿qué es la ciencia? Casi al principio fue la curiosidad. El abrumador deseo de saber, algo que no es característico de la materia muerta.
El deseo de conocer más y más fue la primera expresión para buscar respuestas a las necesidades prácticas de la vida. “¿Cómo sembrar mejor?”; “Cómo fabricar mejores arcos, flechas, lanzas y hachas; “Cómo tejer el mejor vestido?” … es decir, las “artes aplicadas”. Y después, ¿qué siguió?
El deseo de saber más y mejor impulsó a realizar actividades menos limitadas y más complejas. “¿A qué distancia está el firmamento?” o “Por qué cae una piedra?” o la pregunta del sacerdote egipcio hace 5000 años: “¿Cada cuánto aparece por primera vez en el firmamento la estrella Sirio?
Con el paso del tiempo el hombre necesitó conseguir un sistema ordenado para aprender la forma de determinar a partir de los datos observados, las leyes adyacentes.
¿Se podría considerar una mezcla de conceptos?
Estimar los valores de las propiedades ha sido una de las actividades básicas de la humanidad desde que se “descubrió” el intercambio de mercancías por primera vez.
En el momento de la formación de la ciencia moderna la disciplina de valuar las propiedades no estaba incluida entre las ciencias económicas.
Las habilidades prácticas, el conocimiento del entorno de los mercados, de los bienes específicos de los recursos de la tecnología al alcance, conocimiento técnico de la economía y el “arte” de estimar de los bienes logró sentar las bases de la determinación más acertada de los valores de las propiedades.
Todavía hoy se discute si la valuación de los bienes es una ciencia o un arte.
Pareciera que la valuación de los bienes se ha mantenido al margen de la ciencia oficial y ha sido presentada como una actividad que vincula la ciencia y el arte y esta sería la razón de no haber sido incluida en las disciplinas científicas.
El hecho de que un valuador siga un proceso lógico para llegar a una opinión de valor significa que existen y se pueden argumentar elementos científicos.
Si la valuación fuera un “arte puro” entonces se podría argumentar que simplemente se trataría de valuadores que aplicarían cifras a los bienes de manera subjetiva, sin ningún tipo de proceso definido.
¿Es válido pensar que en el proceso de la valuación de un bien coexistan métodos o enfoques teóricos o científicos diferentes de la perspectiva de mercado?
Regreso a la interrogante del sacerdote egipcio. La respuesta a su pregunta llegó cuando “midió” el tiempo. Colocó una vara con puntas de horqueta cuando la estrella Sirio apareció en el firmamento en cierta época. La estrella empezó a “viajar” por la bóveda celeste. Cada noche la buscaba y dibujaba su posición respecto a otras estrellas, hasta que desapareció de su vista por mucho tiempo. Esperó pacientemente hasta su nueva aparición: Al volverla a ver en el vértice de su “instrumento astronómico”, habían transcurrido 365 días. ¿Fue el sacerdote egipcio un proto científico, “astrónomo” profesional o un amateur?
Es conveniente recordar que el símbolo mundial de los valuadores es el ave Ibis, majestuosa ave sagrada del antiguo Egipto. Cuenta la historia que fueron los egipcios los primeros en llevar a cabo los levantamientos topográficos para poder valuar los terrenos con fines recaudatorios de impuestos. El Nilo, al inundar el valle con sus crecidas dejaba la tierra inundada de nutrientes, pero también destruía los linderos de los terrenos, haciendo que los proto topógrafos aplicaran cálculos geométricos para volverlos a trazar.
La llegada de Ibis al valle del Nilo pronosticaba que las cosechas serían promisorias; su paso regular y ponderado se tomó como medida de edificios sagrados y comenzó a ser símbolo de inteligencia y sabiduría. Y, claro: un elemento de predicción.
La valuación no es una ciencia exacta, pero bajo el concepto filosófico del valor y el proceso de valuación, podríamos afirmar que la valuación es una ciencia aplicada en términos que en la ciencia moderna tienen significado. Esto permitiría a los valuadores participar también en la promoción de su profesión en el piso académico, no conformándose con aplicar procedimientos establecidos, sino innovando, desarrollando nuevas metodologías con el avance de la tecnología y publicando sus “descubrimientos” y así lograr tener más certeza en la opinión del valor de los bienes y su influencia en la sociedad contemporánea, para que conforme un cuerpo de conocimiento sistematizado, probado y aplicado.
Carlos Miguel López Flores
MSc. Oceanography, Marine Biodiversity’s
Management and Conservation
Bibliografía
Asimov, Isaac. (1996) Nueva Guía de la Ciencia, Plaza & Janes
Miranda, Sandoval (2018) LIV Congreso Mundial de Valuación, FECOVAL
Valder, Ryska Universidad Checa