El Fantasma en los Estados Financieros: La Historia de los Activos Intangibles

Corría el siglo XIX cuando los empresarios discutían acaloradamente en los cafés sobre cuánto valía una empresa. «Lo que puedes tocar, eso es lo que importa», decía el Sr. Hawkins, dueño de una fábrica de textiles. «Las máquinas, los edificios, las materias primas… eso es lo que hace funcionar un negocio». Y así pasaron décadas ignorando a un personaje silencioso, un espectro omnipresente en cada balance general: el activo intangible.
No fue sino hasta bien entrado el siglo XX que el mundo financiero comenzó a sospechar que tal vez Hawkins estaba equivocado. Un joven contador, Samuel «Sam» Becker, notó algo curioso mientras revisaba los libros contables de una empresa de refrescos. A pesar de que su fábrica era modesta y su maquinaria estaba lejos de ser de última tecnología, la empresa generaba ingresos exorbitantes. «No puede ser sólo por sus camiones o sus oficinas… hay algo más», pensó.
Y tenía razón. La marca, la fórmula secreta, la lealtad de sus clientes… todo eso tenía un valor que no aparecía en los estados financieros. Sam estaba viendo el futuro: los intangibles importaban, y mucho.
10 Razones para Incluir los Activos Intangibles en los Estados Financieros
- Reflejan el verdadero valor de la empresa
- Hoy en día, muchas compañías valen más por su marca, tecnología o datos que por sus activos físicos. Empresas como Apple, Google y Coca-Cola no serían lo que son sin su propiedad intelectual.
- Facilitan la atracción de inversionistas
- Un estado financiero sin intangibles es como un currículum sin logros. Incluir patentes, marcas o software patentado muestra a los inversores el potencial real de la empresa.
- Cumplen con las Normas Contables Internacionales
- IFRS (Normas Internacionales de Información Financiera) y US GAAP han establecido criterios para reconocer intangibles, como en la NIIF 38 (Activos Intangibles), obligando a las empresas a reportarlos de manera estructurada.
- Ayudan en la toma de decisiones estratégicas
- ¿Cuánto vale la lealtad del cliente? ¿La tecnología desarrollada es rentable? Medir estos aspectos facilita decisiones sobre adquisiciones y fusiones.
- Mejoran el acceso a financiamiento
- Los bancos y fondos de inversión toman en cuenta los intangibles al evaluar riesgos. Empresas con patentes y derechos registrados pueden obtener mejores condiciones crediticias.
- Permiten un cálculo más justo de impuestos y depreciación
- Los intangibles pueden amortizarse, reduciendo la carga fiscal de una empresa dentro de los marcos legales permitidos.
- Contribuyen a la correcta valuación en fusiones y adquisiciones
- Cuando se compra o vende una empresa, los intangibles pueden representar una gran parte del precio de transacción. No incluirlos puede llevar a sobrepagar o subvalorar el negocio.
- Favorecen la transparencia y confianza en el mercado
- Empresas con información detallada sobre sus intangibles generan confianza en inversionistas y reguladores.
- Históricamente han sido subestimados, pero siempre han existido
- Desde la Edad Media, los gremios protegían sus secretos de fabricación, valorando su «know-how», pero no podían registrarlo en un libro contable. Hoy, esto ha cambiado con la normatividad internacional.
- Diferencian a las empresas del futuro
- En la era digital, los intangibles son la nueva maquinaria. El capital humano, el software y la data definen el éxito en los mercados.
El Giro Normativo: De la Inexistencia al Reconocimiento Oficial
La formalización de los intangibles en los estados financieros no sucedió de la noche a la mañana. En 1973, con la creación del International Accounting Standards Committee (IASC), precursor del IASB, se sentaron las bases para reconocer activos intangibles bajo normativas uniformes. No fue hasta la adopción de NIIF 38 en 1998 cuando finalmente se estableció un marco sólido para su medición y presentación.
Estados Unidos también jugó su papel con las Normas de Contabilidad Financiera (FASB), específicamente FAS 141 y 142, que establecen cómo valorar y amortizar intangibles adquiridos en fusiones y adquisiciones.
¿Y ahora qué?
Hoy, las empresas que no reconocen sus activos intangibles están en desventaja. Sin una valuación adecuada, pueden perder inversionistas, pagar más impuestos de los necesarios o simplemente no entender cuánto realmente valen.
Aquí es donde entra en juego PRAISA (www.praisa.com.mx), una firma especializada en la valuación de empresas y activos intangibles. Con décadas de experiencia, PRAISA ayuda a las empresas a identificar, medir y registrar correctamente su valor, asegurando que reflejen su verdadero potencial en el mercado. ¿Quiere saber cuánto vale su empresa más allá de los ladrillos y las máquinas? PRAISA es su mejor opción.
Aviso: Esta información es proporcionada con fines ilustrativos y no constituye asesoría financiera, legal o contable. Cualquier decisión basada en este contenido es responsabilidad exclusiva del lector. Para asesoría específica, consulte a un profesional.